domingo, 10 de marzo de 2019

Ángeles


‘’La tienda es para ella como un mágico parque de juegos y, cuando su abuelo no la ve, le gusta esconder notas y mensajes curiosos dentro de los libros y otros objetos antiguos de la tienda.’’
En eso entra una chica llamada Alaska, ya que le llamó la atención que tan luminoso es la tienda, además que le daba curiosidad las cosas que este contenía.
En eso ella se dirige a la zona de libros, buscando algún título que fuera de su agrado, en eso se topa con Julia, la nieta de Baltasar, escribiendo sentada en un rincón, Alaska se acercó a ella pensando que le podía ayudar a encontrar un buen libro, en eso la niña voltea y le da una cálida sonrisa, a lo que Alaska le pregunta si a leído un libro de aquí, a lo que la niña le regresa la pregunta de qué tipo de libro busca, y Alaska no buscaba uno en especial, simplemente uno que le robará la atención y la niña le contesta que leyó hace poco un libro llamado, ‘’Ángeles’’,  y le explicó que trata sobre que seríamos nosotros después de la muerte, y sobre el tipo de creencias que nos inculcan, Alaska estaba muy sorprendida de que una niña leyera eso, pensó que le recomendaría algo como ‘’pinocho’’ o ‘’principito’’, así que le dio curiosidad y le preguntó el por qué le llamo la atención algo así, y le platico que su abuelo el dueño de esta tienda es un hombre con los pies muy en la tierra, y el simplemente no quiere llenarla de fantasías que al final quizás no le ayuden de nada o le rompan sus ilusiones, además de que desde pequeña siempre le dijo que la realidad supera la ficción así que no tiene nada que esconderle, lastimosamente no todos lo ven de esa manera y prefieren omitirlo. Alaska la miraba con mucha admiración, ya que ella creció sin eso, y le mintieron por 18 años, la mentira más grande fue sobre sus supuestos padres que fallecieron, pero la realidad fue que la abandonaron y creció en un asilo para ancianos la cual no le molestó, se acostumbró.
Entonces, se decidió por ese libro, y fue con el abuelo de julia a comprar el libro, y cuando llegó al mostrador se encontró con el señor Baltasar, el anciano la miró muy sorprendido por ver la clase de libro que eligió y Alaska no entendía el por qué, entonces Baltasar le pregunta el porqué de ese libro, a lo que Alaska responde que su nieta se lo recomendó, en eso Baltasar comienza a llorar y le dice que ese no es un libro, que era el diario de su nieta que falleció hace 3 años a lo que Alaska abre el libro y ve una nota que decía, ‘’Los ángeles nunca mueren’’.


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